Esperando que el amor llegue… los minutos pasan y los días se vuelven oscuros este amor tan imposible se ha vuelto en la forma más lenta de buscar mi muerte anunciada con un suicidio de amor.
Es difícil borrar el dulce aroma de tu cabello, la suave textura de tu piel, la sonrisa siempre amable de tu rostro, y aquellos ojos negros que me impulsan a amarte una y otra vez.
Lentamente el olvido se convierte en soledad y tus palabras poco a poco se borran en las mañanas parece que ya no exista más esperanza, el suicidio ronda el alma perdida.
Una lágrima recorre por mi mejilla pidiendo auxilio a mi oscuro y vacío corazón, pero nadie responde mi suplica. Me encuentro en el mundo que creé y la soledad se apodero de mi ser.
Asesino las inquietudes que me tienen aquí, dejo vivo los recuerdos, por ti mato sin piedad, la sonrisa que fingí y dejo moribundo a esta pobre alma que respira por ti.
Me dejo caer en la esquina oscura de soledad, mis ojos marchitan de tristeza y desamor, la sangre custodia mi cuerpo, mi corazón ya no tiene más ánimos de palpitar, caigo rendida al suelo donde espero poco a poco el fatal momento
…
Mi mente busca en sus recuerdos, desesperada por un respiro más…
Y siempre en sus baúles encuentra aquella sonrisa que me devuelve a la vida, aquella sonrisa que me regalaste en una noche de diciembre…
…
Mi alma pide con clemencia que no la asesine de esta manera, que la deje vivir con tu recuerdo, que al final siempre hay un día mejor.
Sabré mantenerme viva por un día más y aunque esté lejos de mi amado imposible, con los brazos abiertos esperare por ti…
Pero el tiempo es mi peor enemigo, porque mi cuenta regresiva empezó y los días son un juego de deshojar margaritas entre la vida y la muerte de un suicidio de amor.
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